sábado, 27 de abril de 2013

Indignantes palabras del embajador de Turquia

Ciertamente la palabra no es indignación solamente, creo que no hay una justa palabra sin recurrir a ningún insulto, cuando se hace referencia a la carta publicada por el embajador de Turquía en el diario La Nación.
Indignación, enojo, ira, traición, hipocresía... hay muchas palabras que son justas para esta publicación.
En un país donde el Genocidio armenio fue reconocido.... ¡Qué verguenza!
Aquí les dejamos la carta del embajador de Turquia... leela y saca tus propias conclusiones


Me siento obligado a señalar las engañosas analogías y la incorrecta información histórica que se menciona en el artículo "La gran novela del genocidio armenio", escrito por Marcos Aguinis y publicado en LA NACION el 12 de marzo. Allí, Aguinis intenta trazar un paralelismo entre el Holocausto y los acontecimientos de 1915. En lugar de hacer analogías directas entre los dos acontecimientos de la historia, Aguinis optó por un enfoque más sutil.
Los turcos no niegan el sufrimiento de los armenios durante la Primera Guerra Mundial. Muchos armenios murieron o fueron asesinados en ese trágico período. Sin embargo, sin duda muchos más turcos perecieron en el período previo y durante esa guerra. El hecho es que los acontecimientos de 1915 son incomparables a lo que sucedió en Alemania entre 1933 y 1945. Es éticamente problemático y sumamente injusto, tanto para los turcos como para los judíos, tratar de establecer una analogía entre el Holocausto, un fenómeno reconocido a nivel mundial, y los eventos de 1915, sobre los cuales continúa una genuina controversia histórica. Las diferencias entre los dos en términos de naturaleza, propósito y alcance son tan amplias que hacer una comparación resulta altamente problemático.
El autor menciona la repetida frase atribuida a Hitler ("¿Quién se acuerda del genocidio armenio?"). No hay ninguna evidencia verdadera disponible de que Hitler se haya referido a los armenios de esa manera. De hecho, los juicios de Nuremberg rechazaron todo documento que incluyera cualquier expresión parecida atribuida a Hitler. Además, de haber realizado Hitler esa declaración, ¿deberían sus ideas personales sobre temas específicos ser tomadas como referencia para avanzar en un argumento? De hecho, la supuesta declaración de Hitler es tan poco confiable que hoy es solamente utilizada por aquellos que quieren influir en audiencias desinformadas.
A menudo se olvida que el genocidio es un delito específico definido por la ley internacional. La Convención de 1948 nos dice qué es genocidio y cómo puede determinarse: un tribunal internacional competente puede establecer si un evento es un genocidio. Ese fallo judicial existe para el Holocausto, Ruanda y Srebrenica. Sin embargo, ningún fallo de este tipo existe para 1915.
El Holocausto se basó en una ideología racista; se nutrió del antisemitismo que prevaleció en Europa durante siglos. Los judíos no se habían rebelado contra el gobierno alemán, no habían cooperado con las potencias extranjeras contra Alemania, no habían traicionado al ejército alemán y tampoco constituían una amenaza para el Estado alemán. Las mismas observaciones no se pueden aplicar a los grupos militantes armenios del Imperio Otomano que cooperaron con los ejércitos invasores.
Los judíos fueron aniquilados en una consciente, planificada, coordinada y sistemática campaña de desgaste. Durante la reubicación de la población armenia, el Imperio Otomano tomó medidas de seguridad para proteger las caravanas. El gobierno otomano condenó y castigó severamente a alrededor de 2000 administradores civiles y militares que dañaron o maltrataron a los armenios durante su reubicación. Por el contrario, los judíos fueron matados donde estuviesen y quienes protegían a los judíos fueron castigados severamente.
Los acontecimientos de 1915 no son comparables con el Holocausto. Ambas partes sufrieron en este período. A los armenios les gustaría establecer su narrativa nacional como la verdad indiscutible, pero esto no conduce a la reconciliación. Los turcos y los armenios deben trabajar para reconstruir la amistad histórica que existía desde hace siglos, hasta finales del siglo XIX y principios del XX, sin olvidar los momentos difíciles de su pasado común. El diálogo y los estudios académicos conjuntos entre las dos naciones son esenciales para resolver este tema controversial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, nos alegra recibirlos, y le solicitamos que sean realizados con respeto, y consideración en el enriquecedor disenso de ideas y opiniones .
Exprese libremente su idea
Gracias